No es un documento cualquiera. La Agenda 2030 es una hoja de ruta de la comunidad internacional para favorecer un desarrollo sostenible, igualitario y respetuoso con el planeta. Dentro de ese compromiso que incluye a administraciones públicas, empresas, tercer sector y sociedad civil, Caja Rural de Asturias cumple con los requisitos para ser un agente de cambio, un ejemplo activo de buenas prácticas en responsabilidad social.
A las acciones y alianzas que desarrolla nuestra Fundación se añade nuestro modelo de organización interna que, por segundo año consecutivo, ha sido reconocido con el sello Great Place To Work. Es un orgullo y un reto formar parte de la Agenda 2030, el resultado de alinear modelo de negocio y sostenibilidad, rentabilidad y colaboración, confirmando una vez más que el centro de nuestra estrategia son las personas.
Ese compromiso nos ha valido una mención especial a las buenas prácticas en Responsabilidad Social Corporativa en los premios anuales de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Asturias. Nuestro subdirector general, Silvino Urizar, destacó la doble realidad de nuestra naturaleza cooperativa: una banca eficaz que, al mismo tiempo, detecta las necesidades sociales. «Devolvemos a la sociedad la confianza que deposita en nosotros. Queremos colaborar para que esta tierra sea un lugar cada vez mejor para vivir y trabajar».