Fomentar el espíritu emprendedor entre los estudiantes pre- universitarios ¡qué gran idea! StartInnova es la iniciativa impulsada por el diario El Comercio destinada a abrir los ojos de los más jóvenes hacia el emprendimiento. Fundación Caja Rural de Asturias ha colaborado activamente con este proyecto durante los últimos tres años y el resultado es más que satisfactorio.
¿En qué consiste StartInnova?
Los estudiantes cuentan con un plazo de cinco meses para desarrollar su modelo de negocio que, una vez completado, es sometido a examen por un comité de expertos.
El reto está en idear un negocio pero, sobre todo, en saber llevarlo a la realización concreta.
STARTInnova en 2021
Otra vez STARTlnnova, el programa de fomento de la cultura emprendedora que organiza el diario El Comercio, poniendo a prueba la imaginación y la destreza de nuestros estudiantes. Después de un exigente proceso de selección, cinco proyectos llegaron a la final. El jurado, en el que participó Liliana Valdés, nuestra responsable de profesionales y autónomos, no lo tuvo fácil.
El primer premio en mayores de 18 años fue para las alumnas del Instituto técnico de la pastelería y panadería de Asturias (ITEppa) por «Golosu», proyecto de pastelería personalizada que permite al cliente elegir su propia combinación y tenerla en 2 minutos. El segundo puesto fue para el IES Sánchez Lastra por «Work to go», una aplicación que busca profesionales de distintos sectores. En tercer lugar, el IES Monte Naranco con la aplicación ‘Easy Park’ para gestionar la capacidad de parkings privados y públicos y mejorar la circulación rodada.
En la categoría de menos de 18 años, se impuso «Sekin», el proyecto de máquinas expendedoras para el préstamo de paraguas del Colegio San Ignacio de Oviedo. El CPEB Carlos Bousoño de Boal obtuvo el segundo por «Boal Maps», empresa de turismo activo para dar a conocer el concejo. El tercer puesto fue para el Colegio de Fomento Los Robles con su proyecto «Ticket+», que promueve la digitalización reduciendo papel.
Gracias a StartInnova, los estudiantes de Bachillerato y Formación Profesional no solo aprenden a emprender, sino a concretar ideas en proyectos reales, desarrollarlos y defenderlos ante un tribunal formado por emprendedores, inversores y otros reconocidos expertos del mundo de la empresa y la Educación.
Además del talento empresarial, se valoran la capacidad de trabajar en equipo, la proactividad, las sinergias… valores propios del emprendimiento y de la vida en general.